Ubicación: Sagunto, Valencia – España
Cliente: Generalitat Valenciana
Año: 2023
La localidad de Sagunt supone la charnela límite por el norte del corredor longitudinal norte del área metropolitana de Valencia. Fuera de los primeros cinturones y después de l’Horta Nord, Sagunt constituye todo un centro comarcal a caballo entre Valencia y Castellón, en la encrucijada del valle del Palancia que baja desde Teruel. Esta estratégica posición le ha valido disponer de infraestructuras estratégicas a nivel viario (A-7, A-23, V-21) y ferroviario (Líneas Valencia Barcelona y Valencia-Zaragoza). Aunque el corredor de Valencia a Castellón es casi un continuo urbano enmarcado en el paisaje mediterráneo, Sagunt dispone de una jerarquía importante, lo que justifica plenamente su carácter estratégico para la organización de la movilidad regional y local.
El posicionamiento de una pieza de intercambio multimodal en la estación de Sagunt encuentra toda su coherencia como dispositivo que pueda responder a las necesidades de los corredores mencionados, pero también como pieza clave de acceso al sistema por todos los habitantes de la comarca, de forma que se pueda organizar la movilidad de la zona y facilitar el acceso al transporte público. Esto debería resultar en un espaldarazo al cambio modal que propone el PMoMe hacia modos más sostenibles. Además, la renovación urbana esperada y fomentada en el ámbito hacia una ciudad mixta es un cambio de paradigma para que las actividades y la vivienda se sitúen en entornos accesibles al transporte público.
La nueva pieza se sitúa de tal forma que, tanto los autobuses de MetroBus, que podrán circular por el carril BusVAO de la V-21, como los trenes de Cercanías, puedan atraer una demanda suficiente por su competitividad en los accesos a Valencia y a lo largo del corredor. Esto captará usuarios de toda la comarca o la provincia para que accedan a este punto y puedan cambiar de modo de transporte. Los accesos desde el área de captación deben ser lo más eficaces y organizados posible, por lo que el diseño del intercambiador es clave y debe tener en cuenta tanto aquellos que vengan en coche (Park & Ride o parking disuasorio), como aquellos que vengan a pie o en bicicleta (tanto privada como compartida), asegurando infraestructuras en este sentido y entornos de proximidad que faciliten la caminabilidad y la ciclabilidad.